El turismo y la gastronomía

El turismo y las gastronomía en zonas de interior de la península como el Nordeste Transmontano o la parte del Reino de León que actualmente está dentro de España se han convertido en puntos esenciales y de referencia a la hora de planificar un viaje a Braganza, Miranda o León.

Turistas y visitantes de España y Portugal, pero también de otras zonas del mundo nos visitan para conseguir no solo disfrutar de unos días de tranquilidad, sino de nuestra historia, cultura y cómo no, de nuestros platos y vinos.

Conocidos por los gourmets en Madrid son los vinos Tierras de León, Toro o Arribes, y en el aspecto culinario desde la Posta Mirandesa al Botillo del Bierzo las carnes son apreciadas.

Turismo gastronómico

El turismo gastronómico se ha consolidado en Portugal y en España en muchas de sus regiones siguiendo un sistema similar al de otras zonas como Francia.

Frente al bullicio de las costas y el turismo veraniego, el disponer de pousadas, casas rurales o paradores impulsa el conocer zonas donde el mundo rural se mezcla con el sabor típico, lo que sucede en el Nordeste Transmontano y en todo el País Leonés.

En nuestra zona en general priman los platos calóricos, debido a la crudeza del invierno. Si bien en zonas de las Arribes se producen naranjas o incluso aceite de oliva, lo normal en todo el interior leonés no es eso.

Aquí alimentos como el cerdo, la vaca o la oveja componen parte existencial de dieta junto con verdura propia de un sistema económico minifundista.

Planalto Mirandes

Qué esperar de un viaje a Braganza, Bembibre o Miranda

Cualquier ciudad leonesa de tamaño medio puede ofrecer grandes atractivos, pero uno de los mejores es servir de base para visitar todo su entorno.

Hemos elegido Braganza para conocer la zona del Sabor, Miranda para servir de base para el Planalto Mirandés y Bembibre para llegar a los rincones mágicos de El Bierzo.

Desde aquí el viajero podrá llegar hasta el corazón de la tierra leonesa, de sus montes, de sus ríos y de sus gentes no solo desde la vista, sino también desde el gusto y conocer un territorio en el que lo que se come y lo que se bebe es esencial.