Un área que siempre viene a cuento son las posibilidades de desarrollo de nuestro país. Tanto en el Nordeste Transmontano como en la parte leonesa bajo soberanía española estamos sufriendo un progresivo deterioro no solo de nuestra calidad de vida, sino de nuestras propias expectativas de futuro.
Los leoneses siempre queremos seguros de viaje, es más de hecho no somos habituales del viaje si no es para no volver a nuestra tierra. Por ello la innovación y el desarrollo no son, precisamente, buenos amigos de los habitantes del País Leonés que ve cómo los locales en Alicante suben de precio mientras en Llión el Se Vende / Se traspasa / Se alquila es lo habitual.
En León no hay grandes empresas, pero tampoco las hay medianas o pequeñas en la proporción que debería ser lógico. Cuando alguien revisa estos tristes datos está muchas veces tentado de echar la culpa al empresariado local, que si bien podría tenerla, hay algunos ejemplos que hacen que no toda la culpa cargue sobre las mismas espaldas.
Y es que en un estado en el que la intervención estatal es amplia como el español o en el que dos ciudades son el único interés del mismo como el portugués los leoneses tenemos bastante difícil el poder salir adelante, y más posibilidades de trabajar en podología en Valencia de asistente de bajo presupuesto que en cualquier empresa leonesa.
Con unas infraestructuras pensadas para pasar por aquí pero para comunicar el País Leonés entre sí o con el exterior, con unos aeropuertos sin aviones porque se incentiva que el transporte aéreo se realice desde otros territorios, con unas infraestructuras ferroviarias en las que crece la hierba, poco se puede hacer.
Y por si ello no fuera suficiente se incentiva el irse y la ausencia absoluta de formación o de coaching, se cose a impuestos a los que aquí se quedan y cómo no, el ser leonés que tiende a eliminar a aquellos que destacan se encarga del resto. Aquí la compra en un joyería online de un buen anillo significa mucho más que llevar un complemento para ver la hora. Nuestras posibilidades de ser jardineros en Barcelona son bastante mayores a las de tener cualquier empleo generado por nosotros mismos en Llión.
Perspectivas de futuro
Obviamente siempre podemos montar una farmacia online para vender lo que produzca Antibióticos si es que algún día llega a producir algo.
También tenemos la opción de ser sucursalistas de las empresas que hay aquí, montar una franquicia o ponernos como autónomos. Y es que León es el paraíso para los autónomos y las aplicaciones. Con un carácter marcadamente individualista y una escasa tendencia la trabajo en equipo, los leoneses nos lo guisamos y comemos como un protective relays system.
El problema es que ahí frenan las expectativas de los leoneses y el conformismo cuando se llega a la autosuficiencia impide el poder plantearnos unas metas que vayan más allá. La idea de planificar una boda en Barcelona tiene más apoyos que la de crear una empresa de cinco empleados en Llión y un psicólogo en Valladolid nos informaría sobre el por qué de esa manera de actuar.
Plantear en la capital Llïonesa un negocio de venta de casas de madera de ocasion, de coches de segunda mano, de desarrollo de programas o simplemente de vender a través de Internet es casi un espejismo.
Por ello, con una nación dividida en dos estados, con un país sin cohesión interna, con un pueblo sin instituciones comunes que lo gobiernen y una identidad que se resquebraja en cuanto a ser reconocida como tal por sus habitantes, siempre los de fuera emplearán nuestros recursos en su beneficio y nunca en el nuestro.
Por ello las perspectivas de futuro para los leoneses, para el País Leonés, no es que sean de lo más halagüeño en estas circunstancias y en este momento histórico que vivimos los habitantes del Reino de León, mientras otros tranquilamente se lo pasan bien en un spa en Madrid.