construcción y marketing

¿Queda algo de la construcción?

El Reino de León fue uno de los países más importantes en la Edad Media europea.

Con sólidas bases asentadas en un poder real compartido con los súbditos, con un fuerte tercer estado y una nobleza menguada, los leoneses fueron capaces de construir algunos de los monumentos más esplendorosos de su época.

De estos años data la Colegiata de San Isidoro o la Catedral de León, así como numerosos monumentos románicos. De aquella los proyectos de marketing eran diametralmente diferentes a lo que es el marketing digital de hoy en día.

Proyectos actuales bien pocos, proyectos de cuando éramos una nación independiente concretados en realidades ahí están.

Con la pérdida de la independencia y la división del territorio, tanto en la zona bajo soberanía española como en el Nordeste Transmontano se han construido ciertos elementos civiles y religiosos interesantes, aunque la arquitectura, hay que reconocerlo, no ha sido demasiado pujante frente a otras zonas peninsulares.

construcción y marketing

La construcción en nuestro país

No vamos a decir que el país leonés está lleno de viviendas prefabricadas o similares, aunque la verdad es que la arquitectura no ha dejado huella en la medida que debiera tener una de las primeras potencias europeas.

Si paseamos por Braganza, por Miranda o por Bomiosu poco hay que ver fruto de la caída en picado de nuestra economía y de, cómo no, una despoblación que ha dejado nuestro territorio sin almas y casi sin alma.

Sí, la parte española ha resistido mejor. Pero Zamora es poco más que el románico y Salamanca parece descansar en los años de la conquista de América.

Simplemente hay que ver cómo ha evolucionado algo tan sencillo como la construcción de casas en Bilbao, Oporto, Barcelona o Sevilla para hacernos una idea de que no toda la península ha tenido el problema que nos aqueja: la caída en barrena de su economía.

Buscar arquitectos en Madrid, París o Londres no es buscar arquitectos en León. La realidad marca que igual profesión en igual universidad con iguales resultados no es similar a trabajo que se encuentra en distinta localización.

Y es que la pérdida de la independencia del Reino de León, su sometimiento a Castilla y su desmembración hacia Portugal cortó de raíz lo que era un claro desarrollo con pujanza económica y la construcción es una clara muestra de ello.

bodas bregancia

Lo que nos queda en monumentos

Ya hemos comentado que, aparte de nuestros gloriosos monumentos ejemplares la economía de nuestra zona es capaz de conseguir producir mínimamente productos agrícolas, lejos del coaching y las nuevas tecnologías.

No hablamos de exportar aceite de oliva, producida en Las Arribes del Douru como también se producen cítricos a Alemania ni trigo a Francia, pero sí tenemos buenas bases para ciertos productos que encuentran un mercado que tradicionalmente ha sido de subsistencia y donde existen miniprestamos con asnef y rai para ayudar a quienes necesitan dinero urgente.

Obviamente aquí no hay grandes proyectos como el Guggenheim de Bilbao, la Ciudad de las Artes de Valencia o simplemente campos de césped artificial como en barcelona o proyectos en los que lo importante es el concepto de herramientas de coaching.

Los leoneses nos tenemos que conformar con el Auditorio de León o el centro comercial de Bregancia, lo cual, sea dicho todo, no es que resulte el fruto de una reivindicación entusiasta.

Y es que las reformas de casas en Madrid, Valencia o incluso Galicia muestran un desarrollo económico que en Llión no se produce.

Aquí los pueblos están abandonados y lo que se cambia, mueve o reforma son pequeñas obras que indican economía de subsistencia absoluta.

Por ello los auténticos Llïoneses, los que no se venden por un plato de lentejas, una palmada en la espalda o por un minuto de no ser apaleado son quienes tienen la clave para reformar una sociedad enferma que camina hacia la extinción como pueblo diferenciado.